Rutas en Adamuz

Partimos de la Plaza San Juan Apóstol siguiendo hacia el Suroeste por la Calle El Niño del Museo para abandonar el pueblo.

Tras algunos metros llegaremos al cruce con la Carretera A-421 a Villanueva, con la cual compartiremos el camino durante algunos metros. Tras caminar 300 metros por la carretera se abre un camino a nuestra izquierda que se dirige hacia el Sur, termina el asfalto y bajaremos la suave pendiente hasta llegar al cruce de caminos en el que seguiremos las indicaciones.

Entramos en el camino del Sendero a El Carpio que discurre paralelo al Arroyo del Concejo o de la Algamasilla, que discurre entre olivares y en el que podremos observar vegetación de ribera. Cerca de los cauces podremos ver diversas madrigueras de conejos*. Tras avanzar 600 metros vadeamos el arroyo y lo dejamos a nuestra izquierda, siguiendo por el camino flanqueado de encinas y chaparros en pendiente ascendente hasta llegar a un olivar. Sin abandonar el camino principal y a 600 metros continuaremos a la derecha siguiendo la indicación que nos marca la señalización. Tras 400 metros llegaremos a otro cruce donde seguiremos por el camino recto dejando a nuestra izquierda una balsa de agua. En este punto el camino se vuelve impracticable para vehículos y de moderada dificultad para bicicleta.

El primer tramo del camino discurre entre olivares, flanqueado por antiguos muros de piedra y por monte mediterráneo bajo. Tras bajar alguna suave pendiente comprobamos que el terreno a nuestros pies cambia, encontrando diferentes tipos de roca caliza.Una vez dejado el olivar a nuestra izquierda nos adentramos en una zona de monte mediterráneo dominada por arbustos como la jara. La geología del camino vuelve a cambiar, para empezar a estar dominada por pizarra. En este tramo el camino tiende a desaparecer por la maleza, pudiendo seguirse más cómodamente por la alambrada de la finca que tenemos a nuestra derecha. En este punto ya veremos la Carretera a Pedro Abad al fondo, así como la ribera del Arroyo Tamujoso a nuestra derecha y el Prado de los Llanos a nuestra izquierda, donde suele haber ganado vacuno pastando.

Iniciamos el recorrdio en la Ctra CO-3102 en un antiguo camino que comunicaba con las dehesas de Algallarín. Este primer tramo coincide con la carretera donde se conserva una pared de piedra molinaza en su margen izquierdo. Vadeando el arroyo del Caño, ascendemos por una cuesta que termina en una bifurcación donde dejaremos el asfalto para tomar la pista de tierra a la derecha adentrándonos en un paisaje de dehesas de encinar destinadas a ganadería porcina cuyos bordes han sido colonizados por especies de jara de estepa, espárragos y ruda. Será fácil avistar urracas y grajillas y rapaces como el ratonero. Vadeando el arroyo de la Mina con un rodal ripario de zarazales coronados por álamos blancos donde frecuentan mirlos y ruiseñores.

Remontamos la loma adentrándonos en un olivar que nos conducirá a la vaguada por donde discurre el arroyo de Pedro Gil de caudal considerable lo que puede presentar una dificultad en época de lluvia para vadearlo. En esta zona se extiende una extensa vega sembrada de cereal alternada con olivar llegando así a la proximidades de Algallarín donde el camino se vuelve asfaltado por donde continuaremos unos 300m para tomar el camino terrizo a la izquierda que rodea la localidad, siguiendo la hilera de pinos y eucaliptos que encontramos a la izquierda continuando en paralelo a una acequia situada en la parte mas baja dejando atrás una Estación Meteorológica de la Junta de Andalucía, acercándonos a las orillas del Guadalquivir en el lugar conocido como el Barco. En esta zona existía a mediados del SXX una barcaza que constituía la vía de comunicación mas cercana con la otra orilla, cuyos restos aún se pueden apreciar.

Retomamos la carretera asfaltada de Algallarín entre huertas y frutales hasta llegar a la rotonda donde giraremos a la derecha en dirección al puente sobre el río por el que cruzaremos al otro margen por donde ascenderemos siguiendo la dirección de la vaguada hasta llegar al punto mas alto den la casa de San José Capillas que dejaremos a la izquierda. En este tramo es donde el antiguo empedrado está mejor conservado.

Iniciamos así el último tramo de la ruta girando a la izquierda atravesando un pequeño puente ascendiendo por una ladera repleta de matorral y encinas, desde donde tendremos una magnifica vista de Montoro final de nuestra ruta.

La ruta comienza junto a la carretera CO-3102 cerca del arroyo del Caño. Comenzamos el sendero ascendiendo suavemente por una vereda que nos lleva a una senda conocida como “Camino de la Batanera” de 1 km de longitud utilizado en la antigüedad para transporte de mercancías y de la que se conservan muros de piedra. En este tramo la dehesa es el paisaje predominante. Continuando el sendero cruzaremos el Arroyo de la Mina donde encontraremos especies rosáceas de gran tamaño. Siguiendo la senda dejaremos atrás unas canteras de piedra molinaza justo antes de incorporarnos al “Camino de las Veredas”.

Llegaremos a una bifurcación donde continuaremos por una pista masa ancha que nos conducirá hacía el río Guadalquivir cruzando la carretera CO-3102 y llegando hasta el cruce con el “Camino de Algallarín”. En este tramo observaremos un cambio en el color de la pista pasando del tono anaranjado que traíamos a un tono grisáceo debido a la desaparición paulatina de la piedra molinaza, el paisaje que nos acompaña en este tramo es de olivar donde podremos observar especies como mochuelo, el autillo, urraca y el mojino así como conejos, meloncillo y liebres. A ambos lados de la senda encontraremos diversos tipos de matorrales. En el margen izquierdo encontraremos una población de chumberas así como un gran seto de encinas.

Continuamos nuestro camino con una bajada algo más pronunciada hasta llegar a un depósito de agua utilizado antaño para riego. A medida que vamos descendiendo en el margen izquierdo veremos una gran dehesa así como a lo lejos una alameda de álamo blanco. La vegetación de esta zona es más típica de zonas de ribera, con taraje silvestre y tamujo, así como en el margen derecho encontraremos hinojo y jaras. Siguiendo el camino encontraremos un conjunto de olivos centenarios de grandes dimensiones y variadas formas. en esta zona abundan la perdices, cuervos y también podremos ver ejemplares del Pito Real.

Emprenderemos así el último descenso de nuestro recorrido donde encontraremos gran cantidad de plantas aromáticas pasando del paisaje de olivar a un encinar con ejemplares de grandes portes que nos llevarán hasta el final del recorrido.